viernes, 31 de octubre de 2008

El amor es siempre efímero.

-Amor... Después morir.
(Lunes, 18 de agosto, 2008)
Dos cuerpos yacían juntos, unidos, fundidos por un abrazo. Tierno amor se respiraba en la lóbrega habitación de aquel motel sólo iluminada por la débil luz de una enferma vela.
La ventana abierta zarandeaba la luz de aquella vela ya casi consumida.
Se miraban entre sí, leían sus almas, saboreaban sus pensamientos, tocaban aquel sentimiento que entre ellos llamaron amor.
Ya no había nada que decir, ya no tenían nada que hacer.
Sintieron que sus vidas ya habían sido completadas la una por la otra.
No existía ya causa por la que luchar.
Ya no tenían por qué vivir.
Muertas ya sus almas dieron paso a sus efímeros corazones que lentamente dejaron de latir al unísono.
La vela se consumió como se habían consumido ellos.
Radiante luz del astro rey entró entonces en la habitación paz se respiró en aquella habitación y todo por fin acabó.

Elliot GueJi.

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