sábado, 30 de enero de 2010

Start again.

Sueños de volver.
(Sábado, 30 de enero, 2010.)



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Quisiera volver de nuevo a ser un pequeño infante, respirar la inocencia perdida con la edad por cada poro de una suave y tersa piel. Vivir sin preocupaciones y con sólo dolor físico al caerme del patín. Dibujar la realidad como la siento y no como la veo, creer que todos quieren ayudarme, que me atusen el pelo cuando hago algo bien, que todos mis problemas se resuelvan dando un beso y un abrazo a mi amigo o simplemente a los cinco minutos de pelear jugar de nuevo a los cromos o a las barbies, cuando nadie te dice con lo que jugar o no porque tu no sabes lo que es el sexismo. Quiero volver a jugar solo, quiero que la limpieza tenga intrínseca un juego en el que cantar “A re-co-ger, a or-de-nar cada cosi-ta en su lu-gar”. Volver a todo aquello en lo que ser rico significa tener dinero para golosinas, en donde lo “repe” lo compartes, donde lo más divertido es que llueva y chapotear como un loco, manchándote lo más posible y sin vergüenza ninguna que te impida pasártelo bien. Volver a las guerras de almohadas, al amor cándido, a coger la mano de un chico o una chica y caminar a su lado sin importar lo que dicen los mayores porque entre peques no existen los cotilleos, ese mundillo en el que las puertas son gigantes y si están cerradas hay otras mucho más importantes abiertas, como las del baño. Ese mundillo de olor a colonia de niño, de raros sonido producidos por pañales y zapatillas con lucecillas. A ese mundo donde todo a pesar de ser mucho más imaginativo es mucho más real.
(Imágen: Yo con solamente 1 mes de nacido, por Nicolasa Jiménez, mi madre.)
Elliot GueJi.

jueves, 14 de enero de 2010

Still lookin' for...



Anatomía del corazón 2.
(Martes, 12 de enero, 2010.)

Abrí la puerta, chirriaba, el eco resonó en la fría habitación y el piso crujió advirtiéndome el peligro que allí se hallaba. Encendí la lamparilla de aceite y una incandescente luz amarilla inundó cada rincón de la sala.
Lo vi; rojo, anguloso, cortante, caliente.., roto. Cogí cada pieza, me cortaba pero no sangraba, lo intenté recomponer trozo a trozo mas no podía. Rasgando la cortina hice un paño donde metí los cristalinos trozos y lo puse en el bolsillo de mi pecho en la chaqueta. Me dí la vuelta, bajé la vertiginosa escalera y salí del angosto edificio.
No sabía que hacer, fui al muelle de mi localidad, mirando la pantanosa agua mi propio reflejo me llamaba desde las profundidades. Entonces decidí atender la llamada.
Así lo hice...
En el fondo desde entonces yace mi cuerpo putrefacto, frío, rígido, violáceo.., y conmigo, en un paño, el roto corazón.

Elliot GueJi.



(Pintura; Noonday heat, Henry Scott Tuke)

domingo, 10 de enero de 2010

¡Fantástico!

viernes, 8 de enero de 2010

Looking for my little heart...

Anatomía del corazón.
(Viernes, 8 de enero, 2010.)

Hoy de nuevo despierto y escribo, mi letra se nota más desquiciada que nunca, perturbada quizá por una mala noche o por tu simple recuerdo. No aguanto ni un día más sin poder escuchar tu voz en mis oídos. Ni la música ya me sienta tan bien como tu varonil voz. Mi boca no habla, no hace caso y es que tus labios la han sellado para no volverse a abrir, expectantes aguardan, seguramente en vano, a ese beso que como a aquella vaga durmiente hiciera haga despertar de este cuasi-sempiterno letargo. Para acomodado en tu pecho, acoplado en tus costillas, vivir en tus brazos... Anclado en tu corazón.
Elliot GueJi.