lunes, 26 de abril de 2010

Una leyenda que me gusta. Gracias AraC.


Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía rápido y con miedo de la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir.
Huyo un día, y ella no desistía, dos días y nada...En el tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la serpiente:

- ¿Puedo hacerte una pregunta?
- No he tenido este precedente con nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar...
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
- No.
- ¿Yo te hice algún mal?
- No.
- Entonces, ¿Porqué quieres acabar conmigo?
- Porque no soporto verte brillar...

Esta última frase nos invita a pensar en la razón por la que muchos de nosotros nos hemos preguntado ¿Porqué me pasa esto si yo no he hecho nada malo?...sencillo, porque no soportan verte brillar. la envidia es el peor sentimiento que puede sentir el ser humano.

Es bueno recordar que aunque nos hieran, no podrán tocarnos, porque nuestra luz seguirá intacta, nuestra esencia seguirá por siempre, pase lo que pase.

"Siempre le viene bien al hombre un poco de oposición. Los cometas se levantan contra el viento, no a favor de él".

jueves, 22 de abril de 2010

Beneficio recibido, del hombre libre hace cautivo.

Que gusto me da escribir cosas como estas cargadas de inspiración, con las que me encuentro a gusto y no las tengo que revisar por si acaso. Espero que disfruten como disfruté yo al escribirla.
(Youtube parece que ya no permite insertar vídeos, de todas maneras les dejo este link para que escuchen mientras leen: http://www.youtube.com/watch?v=wDa03_EHdJU&feature=related)
¿Te he dicho que soy cautivo?
(Jueves, 22 de abril de 2010.)



-Cautivo... Cautivo... Cautivo de su mirada, de su figura, de su imagen, cautivo de sus abrazos, de sus manos, de su cuello, de su espalda y pecho, cautivo de sus labios, cautivo.
Cautivo del sabor de sus besos, del tacto de sus abrazos, del olor de su cuerpo. Cautivo de su ser, de lo externo y de lo interno. Cautivo de su voz, de sus dientes mordiendo mi cuello, de sus labios besando cada parte de mi infantil cara. Cautivo desde la noche en la que nos conocimos y cautivo desde el instante que lo vi acercarse a mi, desde que caminamos por aquella fría noche de tormenta en nuestra cabeza por lo que sentíamos, noche de confusión, de vergüenza extrema. Cautivo de la arena de playa que pisamos, de la conversación que tuvimos, de aquella noche estrellada, de la escena que nos montamos. Cautivo de su alma, de su corazón, de cada milímetro de su cuerpo. Cautivo del amor que siento, de la desesperación por verlo cautivo de mi cuerpo...

lunes, 19 de abril de 2010

A la recherche du temps perdu...

-->Sommeil avant l'heure.
(Lunes, 19 de abril, 2010)
Impetuosa tormenta súbita en mi cabeza desataba su pensamiento, el repicar de las grandes gotas como jamás antes vi enmudecía el mundo, las nubes ensombrecían aquel azul cielo antes estrellado, si estaba oscuro más oscuro aún quedó. Truenos y centellas, también irascibles rayos que con furia resquebraja mi cuerpo. El viento fiero y oculto bamboleaba mi enjuto cuerpo a su gusto y con ficticias cadenas ataba mis manos y pies. El frío me abrazaba en un intento de consolarme mas sólo consiguió dejar mis labios violáceos y hacerme tiritar. La arena se infiltró en cada rincón de mi casta piel, allanó mi ser buscando mis secretos más inconfesables, se aunó con el agua traicionera y acaparadora formaron un dúo conspirador y quisieron hacerme suyo para siempre y de alguna manera la consiguieron, de ellas es ahora mi corazón. Roto, confundido, atormentado, vago solo por el más estrecho límite del precipicio en el que se ha convertido mi vida. Mis pies resbalaban y, en cualquier momento, la posibilidad de caer a el abismo.

(Música: Violin Concerto ('L'estate', The Four Seasons) for violin, strings & continuo in G minor, Op. 8-2, RV 315- Presto, de Vivaldi. Es algo acelerada esta versión.)

domingo, 11 de abril de 2010

Por actualizar, pronto nueva historia.


Pequeños placeres:
Beber agua después de haberme tomado una taza de Cola-Cao.
Rascarme la espalda justo en el punto que pica.
Inspirar profundamente llenando mis pulmones de aire.
Mozart.
Caminar por la calle y que me de una fría brisa en la cara.
Tirarme sobre la arena caliente luego de salir del agua.
La sensación de cansancio que me deja la playa.
Hundir mi mano en la arena.
Quedarme hasta que oscurece frente a la orilla del mar.
No oír nada más que las piedrecillas que chocan a retraerse el mar.
Llegar a casa y acostarse en la cama cuando aún está fría.
Una ducha de agua caliente.
Despertarme y sentir que he descansado.
Tener frío en casa y un rayo de sol caliente mis pies en la solana.
Que alguien atuse mi pelo.
Un café bien hecho.
Acariciarme los costados y sentir cosquillitas.
Una buena conversación.
Recordar mi infancia y sonreír.
Reír a carcajadas y llorar.
Sentirme libre...
Sentirme querido.

Ahora cuéntenme los de ustedes.

(Imagen; Playa de las Canteras, Gran Canaria, sacada de Internet, anónima.)

jueves, 1 de abril de 2010

¡Oh!

Hoy, melancólico, busqué por Internet una canción que lleva tiempo sonando en mi ser, Cheek to cheek, cantada por Louis Armstrong y Ella Fitzgerald. La escuché un par de veces y recordé buenos momentos de verano, no sé por qué.
Pero no iba a eso, la cosa es que encontré un vídeo de Louis Armstrong cantando Cabaret, una canción que aparece en una película homónima dirigida por Bob Fosse. Fue una auténtica sorpresa descubrirla. Les dejo los enlaces a los vídeos de Louis y Liza Minelli en la película cantado dicha canción.

(No sé por qué no puedo poner los vídeos directamente, aún así mírenlos clickando en las imágenes, son fantásticos)